lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuando tu bebé tiene granitos


También llamada sudamina, se produce por la imposibilidad de eliminar sudor a través de la piel, algo que ocurre cuando los orificios de salida de la glándula sudorípara se obstruyen. En los bebés esta obstrucción es más común, sobre todo en niños atópicos o con piel más seca. 
Las zonas más afectadas por la  sudamina son aquellas en las que existe más sudoración: los pliegues del cuello, de las axilas, la zona del pañal, o las partes que hayan estado ocluidas –la espalda, por ejemplo, si ha estado un rato tumbado boca arriba.
En su forma más leve, cuando solo afecta al estrato córneo de la piel, se denomina miliaria cristalina, y se manifiesta en forma de pequeñas burbujas superficiales de color transparente que, al pasar la mano, se rompen con facilidad y quedan como una descamación. Pero cuando la obstrucción es más profunda, aparece la miliaria rubra, con lesiones rojas y picor intenso, que provoca malestar al bebé. Además, existe riesgo de que las pequeñas lesiones se infecten.
Cómo tratar la sudamina Mantener la piel fresca y seca, esta es la mejor terapia para prevenir.
  • No abrigues a tu hijo en exceso. Los bebés no necesitan mucho más abrigo que los adultos. Para comprobar si tiene calor, no le toques las manitas sino el cuello y la nuca.
  • Vístele con ropa ligera de algodón o tejidos naturales, y que no le quede muy ajustada. 
  • Cámbiale el pañal con frecuencia.
  • Báñale a diario, no más de 5-10 minutos, con agua tibia y jabón neutro.
  • Aplícale loción calmante ligera o a base de talco líquido. Las cremas excesivamente densas resultan contraproducentes ya que taponan los poros de la piel, y aumentan la retención de sudor.
  • Baña cada día a tu bebé con esponjas jabonosas BEGOBAÑO, le ayudará a tener una piel más sana.

Si con estas medidas, el sarpullido no desaparece o empeora, deberás consultar con el dermatólogo quien determinará la necesidad de aplicar un tratamiento antibiótico tanto de forma tópica –en pomada– como oral durante 7 o 10 días.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Exfoliación: renovar la piel

El proceso de exfoliación asegura una verdadera regeneración epidérmica al eliminar por completo las células muertas que quedan adheridas en la capa superficial.

Eliminación de las células muertas


Este fenómeno se hace de forma natural cuando se es joven y cada 21 ó 28 días, las células muertas se desprenden de la capa córnea sin más. Esta técnica, cuyo término cosmético en inglés es 'peeling' y en francés 'gommage', consiste en realizar una limpieza profunda de la piel para que no se forme un escudo impenetrable que impida la entrada de los principios activos que se le aporten por vía cutánea y también para que no se impida la oxigenación de las células.
Pero al envejecer o simplemente cuando se atraviesa un período de debilidad o fatiga, esta renovación se ralentiza y como consecuencia, la piel se asfixia y aparece mate y apagada. Los productos exfoliantes son imprescindibles a partir de determinada edad, tanto para el rostro como para el cuerpo, y todas las firmas de cosmética tienen varios productos para que cumplan con esta misión. La clave consiste en exfoliar con el producto y la frecuencia adecuada.
Generalmente pensamos en productos concretos destinados a mejorar nuestra piel. Pero hay gestos diarios que mantienen la piel en perfecto estado, como son las esponjas de fibra JABONITAS. Su composición hace de la ducha diaria un momento agradable a la vez que nos ayuda a mantener nuestra piel en las condiciones adecuadas para mantener su salud.



La elección del producto exfoliante que se aplicará una vez por semana depende sólo del gusto personal, pues todos efectúan el mismo trabajo. 

La mayoría se aplican con la piel húmeda, por lo que son adecuados para usar bajo la ducha. Se pueden aplicar directamente sobre la piel, con las manos o usando una esponja, siempre con movimientos circulares suaves y constantes, pero sin frotar enérgicamente.
Únicamente en las zonas rugosas (tobillos, rodillas y codos) y en la espalda por ser una zona propensa a la grasa y las espinillas, ha de hacerse con mayor hincapié. 
La exfoliación es muy recomendable como práctica previa a la aplicación de los productos anticelulíticos, a fin de que estos penetren en profundidad, allí donde comienza este problema estético.