lunes, 19 de septiembre de 2011

Exfoliación: renovar la piel

El proceso de exfoliación asegura una verdadera regeneración epidérmica al eliminar por completo las células muertas que quedan adheridas en la capa superficial.

Eliminación de las células muertas


Este fenómeno se hace de forma natural cuando se es joven y cada 21 ó 28 días, las células muertas se desprenden de la capa córnea sin más. Esta técnica, cuyo término cosmético en inglés es 'peeling' y en francés 'gommage', consiste en realizar una limpieza profunda de la piel para que no se forme un escudo impenetrable que impida la entrada de los principios activos que se le aporten por vía cutánea y también para que no se impida la oxigenación de las células.
Pero al envejecer o simplemente cuando se atraviesa un período de debilidad o fatiga, esta renovación se ralentiza y como consecuencia, la piel se asfixia y aparece mate y apagada. Los productos exfoliantes son imprescindibles a partir de determinada edad, tanto para el rostro como para el cuerpo, y todas las firmas de cosmética tienen varios productos para que cumplan con esta misión. La clave consiste en exfoliar con el producto y la frecuencia adecuada.
Generalmente pensamos en productos concretos destinados a mejorar nuestra piel. Pero hay gestos diarios que mantienen la piel en perfecto estado, como son las esponjas de fibra JABONITAS. Su composición hace de la ducha diaria un momento agradable a la vez que nos ayuda a mantener nuestra piel en las condiciones adecuadas para mantener su salud.



La elección del producto exfoliante que se aplicará una vez por semana depende sólo del gusto personal, pues todos efectúan el mismo trabajo. 

La mayoría se aplican con la piel húmeda, por lo que son adecuados para usar bajo la ducha. Se pueden aplicar directamente sobre la piel, con las manos o usando una esponja, siempre con movimientos circulares suaves y constantes, pero sin frotar enérgicamente.
Únicamente en las zonas rugosas (tobillos, rodillas y codos) y en la espalda por ser una zona propensa a la grasa y las espinillas, ha de hacerse con mayor hincapié. 
La exfoliación es muy recomendable como práctica previa a la aplicación de los productos anticelulíticos, a fin de que estos penetren en profundidad, allí donde comienza este problema estético.

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