domingo, 6 de noviembre de 2011

La labor desarrollada por l@s enfermer@s en los hospitales es fundamental para la rápida mejoria del paciente. A la hora de realizar la higiene diaria deben seguir un protocolo muy estricto. Analizamos a continuacion las concretas instrucciones que reciben.


BAÑO COMPLETO

El baño tiene una serie de funciones como eliminar la secreción sebácea, la transpiración, células muertas y algunas bacterias que se han acumulado. También estimula la circulación: un baño caliente o templado dilata los vasos superficiales, trayendo más sangre y más nutrientes a la piel. El masaje vigoroso tiene el mismo efecto. Frotar con fricciones largas y suaves desde las partes dístales a las proximales de las extremidades es particularmente eficaz para facilitar el flujo venoso.
El baño también provoca un sentido de bienestar en las personas. Es refrescante y relajante y ayuda frecuentemente a la moral, apariencia y autorrespeto del individuo. El procedimiento del baño nos da la oportunidad de valorar al paciente, tanto desde el punto de vista físico, condiciones de la piel, erupciones, edema sacro, como desde el punto de vista mental y/o emocional, P. ej.: orientación en el tiempo, estado anímico etc.


BAÑO EN LA BAÑERA 

Se prefiere a los de la cama, ya que el lavado y el aclarado es más fácil. La temperatura del agua debe de ser como máximo 37°. Es útil colocar una barra en la pared. Se debe poner una goma antideslizante dentro de la bañera y una alfombra, también antideslizante para la salida del baño, que evite caídas. El cuarto de baño debe de estar suficientemente caldeado y sin corrientes.



BAÑO EN LA CAMA 

A.- MATERIAL

  1. Dos toallas de baño, una para la cara y otra para el cuerpo.
  2. Dos esponjas BEGOBAÑO, una para la cara y otra para el cuerpo.
  3. Equipo higiénico como una loción, polvos y desodorante.
  4. Una manta de baño para cubrir al paciente durante el mismo.
  5. Agua a la temperatura adaptada a cada enfermo.
  6. Un camisón o pijama limpio.
  7. Si se requieren sábanas o toallas adicionales.
  8. Una cuña o un orinal.


  B.- ACTUACIÓN

  1. Explique lo que va a hacer
  2. Asegúrese de que la habitación está libre de corrientes, cerrando las ventanas y las puertas.
  3. Proporciónele intimidad cerrando las puertas.
  4. Ofrézcale al enfermo una cuña u orinal.
  5. Lávese las manos.
  6. Coloque la cama, si es regulable, en posición alta.
  7. Quite la sábana de arriba y ponga en su lugar la manta de baño.
  8. Ayude al enfermo a moverse hacia Vd.
  9. Ponga una toalla sobre el pecho del paciente.
  10. Quite la ropa al enfermo.
  11. Lave los ojos del enfermo solo con agua y utilizando un algodón o gasa distinto para cada ojo y limpie de dentro hacia fuera.
  12. Lávele la cara, el cuello y las orejas.
  13. Coloque la toalla de baño a lo largo, bajo el brazo del enfermo. Lave y seque esta extremidad, empleando fricciones largas, firmes desde la mano hacia el hombro. Lave bien la axila.
  14. Ponga las manos del paciente en la palangana, lávelas y séquelas, prestando atención especial a los espacios interdigitales.
  15. Doble la manta de baño debajo del área púbica del enfermo y coloque la toalla a lo largo del pecho y del abdomen. Lave y seque ambas zonas prestando atención especial a los pliegues bajo las mamas. Mantenga esas áreas cubiertas con la toalla entre el lavado y el aclarado. Sustituya la manta de baño cuando las haya secado.
  16. Envuelva la pierna y un pie con la manta de baño, asegurándose de que el área púbica queda bien tapada. Coloque la toalla de baño extendida debajo de la otra extremidad inferior y lávela. Emplee fricciones largas, suaves, firmes desde el tobillo a la rodilla y desde ésta al muslo. Seque esa pierna, dé la vuelta a la paciente y repita la operación con la otra.
  17. Lave los pies sumergiéndolos en el agua de la palangana. Séquelos, preste atención especial a los espacios interdigitales.
  18. Coja agua limpia templada.
  19. Ayude al enfermo a adoptar una posición boca abajo o lateral. Coloque La toalla de baño a lo largo de la espalda y de los glúteos. Lave y seque la espalda, los glúteos y la parte superior de los muslos, prestando atención especial a los pliegues glúteos. Dé un masaje en la espalda.
  20. Ayude al enfermo a colocarse en posición supina y limpie el periné. (Algunos pacientes prefieren hacerlo ellos mismos).
  21. Ayúdele a que emplee cualquier elemento higiénico que desee, como polvos, crema o desodorante.
  22. Ayúdele para que se ponga un camisón o un pijama, si tiene un suero, meta primero la botella por la manga donde se encuentra
  23. Colabore en el aseo del pelo, la boca y las uñas.
  24. Haga la cama del enfermo.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuando tu bebé tiene granitos


También llamada sudamina, se produce por la imposibilidad de eliminar sudor a través de la piel, algo que ocurre cuando los orificios de salida de la glándula sudorípara se obstruyen. En los bebés esta obstrucción es más común, sobre todo en niños atópicos o con piel más seca. 
Las zonas más afectadas por la  sudamina son aquellas en las que existe más sudoración: los pliegues del cuello, de las axilas, la zona del pañal, o las partes que hayan estado ocluidas –la espalda, por ejemplo, si ha estado un rato tumbado boca arriba.
En su forma más leve, cuando solo afecta al estrato córneo de la piel, se denomina miliaria cristalina, y se manifiesta en forma de pequeñas burbujas superficiales de color transparente que, al pasar la mano, se rompen con facilidad y quedan como una descamación. Pero cuando la obstrucción es más profunda, aparece la miliaria rubra, con lesiones rojas y picor intenso, que provoca malestar al bebé. Además, existe riesgo de que las pequeñas lesiones se infecten.
Cómo tratar la sudamina Mantener la piel fresca y seca, esta es la mejor terapia para prevenir.
  • No abrigues a tu hijo en exceso. Los bebés no necesitan mucho más abrigo que los adultos. Para comprobar si tiene calor, no le toques las manitas sino el cuello y la nuca.
  • Vístele con ropa ligera de algodón o tejidos naturales, y que no le quede muy ajustada. 
  • Cámbiale el pañal con frecuencia.
  • Báñale a diario, no más de 5-10 minutos, con agua tibia y jabón neutro.
  • Aplícale loción calmante ligera o a base de talco líquido. Las cremas excesivamente densas resultan contraproducentes ya que taponan los poros de la piel, y aumentan la retención de sudor.
  • Baña cada día a tu bebé con esponjas jabonosas BEGOBAÑO, le ayudará a tener una piel más sana.

Si con estas medidas, el sarpullido no desaparece o empeora, deberás consultar con el dermatólogo quien determinará la necesidad de aplicar un tratamiento antibiótico tanto de forma tópica –en pomada– como oral durante 7 o 10 días.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Exfoliación: renovar la piel

El proceso de exfoliación asegura una verdadera regeneración epidérmica al eliminar por completo las células muertas que quedan adheridas en la capa superficial.

Eliminación de las células muertas


Este fenómeno se hace de forma natural cuando se es joven y cada 21 ó 28 días, las células muertas se desprenden de la capa córnea sin más. Esta técnica, cuyo término cosmético en inglés es 'peeling' y en francés 'gommage', consiste en realizar una limpieza profunda de la piel para que no se forme un escudo impenetrable que impida la entrada de los principios activos que se le aporten por vía cutánea y también para que no se impida la oxigenación de las células.
Pero al envejecer o simplemente cuando se atraviesa un período de debilidad o fatiga, esta renovación se ralentiza y como consecuencia, la piel se asfixia y aparece mate y apagada. Los productos exfoliantes son imprescindibles a partir de determinada edad, tanto para el rostro como para el cuerpo, y todas las firmas de cosmética tienen varios productos para que cumplan con esta misión. La clave consiste en exfoliar con el producto y la frecuencia adecuada.
Generalmente pensamos en productos concretos destinados a mejorar nuestra piel. Pero hay gestos diarios que mantienen la piel en perfecto estado, como son las esponjas de fibra JABONITAS. Su composición hace de la ducha diaria un momento agradable a la vez que nos ayuda a mantener nuestra piel en las condiciones adecuadas para mantener su salud.



La elección del producto exfoliante que se aplicará una vez por semana depende sólo del gusto personal, pues todos efectúan el mismo trabajo. 

La mayoría se aplican con la piel húmeda, por lo que son adecuados para usar bajo la ducha. Se pueden aplicar directamente sobre la piel, con las manos o usando una esponja, siempre con movimientos circulares suaves y constantes, pero sin frotar enérgicamente.
Únicamente en las zonas rugosas (tobillos, rodillas y codos) y en la espalda por ser una zona propensa a la grasa y las espinillas, ha de hacerse con mayor hincapié. 
La exfoliación es muy recomendable como práctica previa a la aplicación de los productos anticelulíticos, a fin de que estos penetren en profundidad, allí donde comienza este problema estético.

martes, 30 de agosto de 2011


Las esponjas jabonosas fabricadas por JALSOSA poseen unas características que las hacen idóneas tanto para el uso doméstico en el ámbito personal como para un uso hospitalario, sección en la cual está ampliamente demostrada su eficacia e idoneidad. 

En la actualidad puede encontrar nuestros productos:

1.- En farmacias



2.- En Centros Mercadona, al precio de 1€.



 EL GEL

El gel con el que se impregnan las esponjas es un gel dermatológico e hipoalergénico, con un pH de 5.5, es decir, con pH idóneo para la piel, por tanto también es adecuado para el cuidado de la misma. El gel usado para las esponjas posee un color  muy característico que es fácilmente identificable, además gracias a estas características de color se puede observar si el entintado de la esponja es adecuado, así el cliente puede comprobar por sí mismo que la esponja lleva una adecuada cantidad de gel.

En JALSOSA se intenta siempre satisfacer del modo más amplio posible las necesidades del cliente, de esta forma también disponemos de esponjas jabonosas en las que en el entintado de las mismas se usa el mismo gel, pero exento de colorante,  para pieles extremadamente sensibles. 


lunes, 22 de agosto de 2011

HIGIENE DE LA PIEL DEL BEBE


La piel del bebé tiene una estructura fisiológica particular y debemos cuidarla aplicando productos adaptados. La piel de bebé es de una dulzura incomparable, fina y fácilmente irritable. La dermis está constituida de fibras elásticas muy finas y de haces de colágenos muy delgadas, menos espesas que las de un adulto. La piel de un niño no se hará una "barrera casi impermeable" hasta la edad de 4 años, aproximadamente.
Por ello, es indispensable no aplicar cualquier producto sobre la piel de un bebé. Y es que a este fenómeno de permeabilidad, se añade el efecto de la relación superficie cutánea/peso. Comparando el peso y la talla de una persona, apreciamos como la superficie de la piel es seis veces más grande proporcionalmente en un bebé que en un adulto.
Así, la aplicación de una crema sobre la misma superficie de piel no tendrá el mismo efecto, debido a la importancia de la superficie de la piel con relación al peso: la concentración de la sustancia será seis veces más efectiva en el bebé. Es una de las razones por las cuales dermatólogos y especialistas, aconsejan escoger siempre productos de cuidados adaptados. Pídele consejo a tu pediatra, farmacéutico o dermatólogo.




Jabones para bebés
Para preservar la piel del bebé, los especialistas recomiendan utilizar jabones simples, sin perfumes ni colorantes. Estos productos permiten evitar las reacciones alérgicas. Pídele consejo tanto al pediatra como al farmacéutico.

martes, 16 de agosto de 2011

LA IMPORTANCIA DE LA PIEL


Créase o no, la piel es el órgano más grande que nuestro cuerpo posee, y a su vez uno de los más sensibles al tacto; es por esto que la piel es tan frágil como la porcelana y requiere de un cuidado riguroso para evitar distintos trastornos tales como erupciones, alergias, sarpullidos o algunos más profundos como quemaduras o manchas. 
No es pretencioso asegurar que nuestra dermis es uno de los órganos más importantes que nuestro cuerpo posee, pesa entre tres y cinco kilos y puede llegar a ocupar hasta 18 metros cuadrados; para tratarla debidamente es necesario recurrir a distintas técnicas de cuidado de la piel tales como: peeling, limpieza de cutis, cremas naturales, etc. 

Definimos el concepto de piel, pero debemos saber realmente para qué sirve; este órgano funciona de forma continua y como mencionamos previamente es la envoltura exterior de nuestro cuerpo. Dicha envoltura posee dos funciones fundamentales: una es la que conocemos todos, protegernos de factores externos del mundo en que vivimos, y la otra función, es establecer ciertas relaciones en los ámbitos en los cuales habitamos.



La piel nos envuelve y nos protege, separándonos, y a su vez poniéndonos en contacto con todo lo que nos rodea. La principal función de ésta se da a través del su sentido predilecto, el tacto, la piel recibe diversos estímulos provenientes del exterior que son captados por las terminaciones nerviosas que residen en ella. Una vez allí, éstas los transportaran a nuestro cerebelo el cual determinará nuestra reacción frente a dichos estímulos. Pero la piel no sólo se encarga de recibir y transportar estímulos, sino también es un espejo de sentimientos y emociones que se producen muy dentro de nosotros estas manifestaciones son muy fáciles de ver.
¿Quién no se ha puesto “colorado” cuando algo lo avergonzaba?; miles de veces hemos sudado debido a alguna situación que nos ponía nervioso o también hemos expresado la famosa son simplemente respuestas emocionales que se manifiestan a través de este maravilloso y sorprendente órgano. Pero la piel, también posee otras funciones que son básicas para nuestro cuerpo, entre ellas, es la encargada de seleccionar lo que resulta perjudicial para el organismo y lo que es beneficioso para el mismo. Esto ocurre debido a que la misma cuenta con una barrera que impide la entrada de sustancias nocivas dentro del cuerpo, nos referimos a las bacterias, radiaciones solares, etc; la piel posee un sistema inmunológico propio. “piel de gallina” antes estímulos afectivos. Éstas
Cómo Mantener Una Piel Sana
Podemos distorsionar un poco el dicho “mente sana, cuerpo sano” y cambiarlo por uno que diga “piel sana, cuerpo sano”; es muy importante cuidar este órgano tan vital para el desarrollo de nuestro cuerpo siguiendo diversas medidas de higiene y nutrición. Para poder seguir asegurando las capacidades protectoras que la piel nos brinda debemos conservar su integridad de la mejor manera posible; para eso existen múltiples claves para obtener un cuidado eficiente.
Entre ellos, debemos sugerir no exponerla directamente al sol en horas picos, en especial cuando nos referimos a bebés que poseen de por sí una piel más sensible; a su vez, debemos protegernos estrictamente de las radiaciones solares ya sean naturales o artificiales utilizando protectores con un factor adecuado para nuestra dermis, en especial para nuestro cutis. La higiene en la piel es un tema fundamental, se recomienda utilizar al bañarse artículos para piel específicos tales como jabones que posean un ph neutro y evitar los baños de inmersión prolongados, es verdad que éstos son muy relajantes pero permanecer más tiempo de lo necesario puede afectar muy severamente rasgos de la dermis. Luego de cada ducha se recomienda utilizar cremas hidratantes para así poder reponer el equilibrio perdido en el agua y en el caso de utilizar colonias, las mismas deben tener un escaso nivel de alcohol. También es necesario visitar al dermatólogo una vez al mes en caso de notar anomalías en nuestra piel; en ciertas edades las alergias en la piel, manchas en la piel, acné o sarpullido suele ser algo común bastante fácil de contrarrestar con el uso de alguna crema o jabón especial. En caso de encontrar lunares de tamaños considerablemente grandes, es necesario hacernos ver un  profesional para descartar una posible enfermedad; lo mismo si notamos manchas desconocidas en la piel.


viernes, 5 de agosto de 2011

LA HIGIENE DE LA PIEL

Jalsosa sabe que la higiene individual protege e incrementa la salud del individuo. Por eso desde aquí queremos hacer hincapié en lo importante que es la higiene de la piel.
Higiene de la piel y del cabello
La piel es la barrera que impide el paso de los gérmenes a nuestro organismo, y a la vez contribuye a la regulación de la temperatura corporal mediante la producción de sudor por las glándulas sudoríparas. Otras glándulas, las sebáceas, producen una materia grasa que impermeabiliza y lubrifica la piel.
Estos productos de secreción, en unión a los restos de descamación de la piel y del polvo y suciedad exterior, llegan a pudrirse, produciendo un olor muy desagradable y, además, son un campo favorable para el desarrollo de gérmenes y aparición de enfermedades.
La ducha diaria con agua y jabón, especialmente en tiempo caluroso, o después de efectuar trabajos duros o en ambientes sucios, elimina todas estas secreciones.
Debe prestarse atención especial a axilas, ingles, alrededor del ano y zona genital, pies y manos.
El cabello debe lavarse con jabón o champú frecuentemente. Los peines, siempre de uso personal, se mantendrán limpios mediante el uso de soluciones detergentes. Si se han detectado parásitos (piojos...) será necesario el uso de lociones y champús específico.
Después de la ducha, la piel se secará perfectamente. Cada miembro de la tripulación debe tener su propia toalla.
Higiene de las manos
Las manos son nuestro principal instrumento de trabajo y se mancharán con muy diversas sustancias, a la vez que son fuente de contaminación de todo lo que toquemos, pues en ellas, sobre todo alrededor de las uñas, se acumulan múltiples gérmenes. Por ello es necesario que las lavemos frecuentemente con agua y jabón, utilizando el cepillo para la limpieza de las uñas, y siempre antes de comer y después de ir al retrete.

Las uñas han de recortarse regularmente para evitar el acúmulo de suciedad, de forma curva las de las manos y recta las de los pies. Los manipuladores de alimentos cuidarán especialmente estas medidas de higiene corporal, pues si no pueden transmitir diversas enfermedades. No dejarán sin tratar las heridas o grietas localizadas en los dedos.

Higiene de los pies
Los pies deben lavarse diariamente, pues en ellos abundan las glándulas del sudor y el acúmulo de secreciones producirá olores muy desagradables, además de grietas e infecciones.
En caso de sudoración excesiva, se aplicarán preparados específicos que la disminuyen, y se mantendrán secos para evitar el crecimiento de hongos.
Otros cuidados de la piel
La piel debe protegerse de una excesiva exposición al sol, utilizando ropa adecuada al clima y tipo de trabajo.
También debe evitarse la humedad, ya que se macera y pierde su capacidad de barrera frente a las infecciones. Se secará cuidadosamente y se cambiará la ropa con frecuencia, especialmente la interior, a fin de mantenerla siempre limpia y seca.
El roce continuo de la piel con la ropa de agua, calzado, etc., producirá fácilmente rozaduras e infecciones, por lo que ha de evitarse; se mantendrán siempre limpios estos elementos de protección.
Las manos precisan una protección específica mediante el uso de guantes, que deberán estar adaptados al tipo de tarea que se esté efectuando.